viernes, 9 de julio de 2021

1 MACABEOS. CAPÍTULO XIII

 Simón asume el mando

131Cuando Simón se enteró de que Trifón había reunido un gran ejército para ir a devastar Judá 2y vio a la gente aterrorizada, subió a Jerusalén, congregó al pueblo 3y les arengó:

-Vosotros sabéis lo que yo, mis hermanos y mi familia hemos hecho por la Ley y el templo, las guerras y dificultades que hemos pasado. 4Por eso todos mis hermanos han muerto por Israel. Quedo yo solo. 5Pero lejos de mí escatimar mi vida en momentos de peligro, pues no valgo más que mis hermanos. 6Al contrario, vengaré a mi pueblo, al templo, a vuestras mujeres y vuestros hijos, puesto que todas las naciones, por odio, se han unido para aniquilarnos.

7Al oírle hablar así, todos se reanimaron, 8y le respondieron con una aclamación:

-¡Tú eres nuestro caudillo después de Judás y de tu hermano Jonatán! 9Dirige nuestra guerra, y haremos lo que nos mandes.

10Simón congregó a todos los guerreros y se dio prisa a terminar la muralla de Jerusalén, fortificándola toda en derredor. 11A Jonatán, de Absalón, lo envió a Jafa con bastante tropa. Jonatán expulsó a los de Jafa y se estableció allí.

12Trifón salió de Tolemaida con un gran ejército para ir a Judá: llevaba con él a Jonatán, prisionero. 13Simón acampó en Adida, frente a la llanura.

14Cuando Trifón supo que Simón reemplazaba a su hermano Jonatán y que estaba a punto de atacarle, le envió este mensajel:

15-Tenemos cautivo a tu hermano Jonatán, por el dinero que debe al fisco a causa de los cargos que tenía. 16Si mandas tres mil kilos de plata y dos de sus hijos como rehenes, para que no se rebele cuando quede libre, lo soltamos.

17Simón comprendió que le hablaban de mala fe, pero envió a por el dinero y los niños, para no suscitar una mayor odiosidad entre el pueblo, que comentaría:

18-¡Ha muerto Jonatán porque Simón no envió a Trifón el dinero ni los niños!

19Así que envió los niños y tres mil kilos de plata. Pero Trifón, faltando a su palabra, no soltó a Jonatán.

20Trifón marchó después para invadir y saquear el país; rodeó por el camino de Adora. Simón y su ejército lo seguían a todas partes. 21Los de la acrópolis enviaban mensajes a Trifón, metiéndole prisa para que cortara por el páramo y les enviara víveres. 22Trifón preparó toda su caballería para ir allá, pero aquella noche caía una nevada tan fuerte que no pudo ir a causa de la nieve. Entonces emprendió la marcha hacia Galaad. 23Al llegar cerca de Bascama mató a Jonatán, y allí lo enterraron. 24Luego regresó a su tierra.

25Simón envió a recoger los restos mortales de su hermano Jonatán, y lo enterró en Modín, su pueblo natal. 26Todo Israel le hizo solemnes funerales y lo lloraron durante muchos días.

27Sobre la sepultura de su padre y hermanos, Simón levantó un monumento de piedra pulida por ambas caras, bien visible. 28Erigió siete pirámides, unas frente a otras, en honor de su padre, su madre y sus cuatro hermanos. 29Las rodeó artísticamente con grandes columnas; sobre las columnas colocó panoplias para recuerdo perpetuo, y junto a las panoplias, naves esculpidas, para que las vieran los navegantes. 30Así era el monumento que construyó en Modín y que todavía se conserva.

Actividad político-militar de Simón

31Por su parte, Trifón conspiró contra el joven rey Antíoco y lo mató; 32lo suplantó en el trono, ciñó la corona de Asia y asestó un duro golpe al país.

33Simón construyó las plazas fuertes de Judá, las rodeó de torres elevadas y altas murallas, con puertas y cerrojos, y las dejó bien aprovisionadas. 34Eligió a algunos para enviarlos al rey Demetrio a pedirle que condonase los impuestos al país, porque todas las intervenciones de Trifón habían sido un verdadero saqueo. 35El rey Demetrio respondió a su petición con la siguiente carta:

36<<El rey Demetrio saluda al sumo sacerdote, Simón, aliado de reyes, a los senadores y al pueblo judío.

37>>Hemos recibido la corona de oro y el ramo de palma que enviasteis, y estamos dispuestos a firmar con vosotros una paz duradera y a escribir a los funcionarios para que os eximan de impuestos.

38>>Sigue en vigor cuanto hemos decretado en vuestro favor. Las plazas fuertes que habéis construido quedan en vuestro poder.

39>>Asimismo, concedemos amnistía por los errores y transgresiones cometidas hasta el presente. Os perdonamos la corona que debéis. Y si en Jerusalén debéis alguna contribución, no se os exigirá.

40>>Si algunos de vosotros estáis dispuestos a alistaros en nuestra escolta podéis hacerlo.

>>¡Haya paz entre nosotros!>>.

41Israel se sacudió el yugo extranjero el año ciento setenta, 42y empezaron a fechar así los documentos y contratos: <<Año primero de Simón el Grande, sumo sacerdote, general y caudillo de los judíos*>>.

43Por entonces acampó Simón frente a Guézer y la cercó con su ejército; armó una torre de asalto, la arrimó a la ciudad, abrió brecha en un torreón y lo ocupó. 44Cuando los que iban en la torre móvil saltaron a la ciudad se armó un gran revuelo en la población. 45Los vecinos de la ciudad subieron a la muralla con sus mujeres e hijos, y rasgándose las vestiduras, pidieron la paz a Simón, con grandes gritos:

46-¡No nos trates como merece nuestra maldad, sino conforme a tu misericordia!

47Simón accedió y suspendió el ataque. Pero los expulsó de la ciudad, purificó las casas en las que había ídolos, y entonces entró en la ciudad entre cantos de alabanza y acción de gracias. 48Echó fuera de la ciudad todo lo que profanaba e instaló en ella gente observante de la Ley. Fortificó Guézer y se construyó allí una casa.

49Los de la acrópolis de Jerusalén, como no podían salir ni entrar en la provincia para comprar y vender, pasaban un hambre espantosa, y muchos de ellos morían de inanición. 50Clamaron a Simón, pidiéndole las paces. El accedió. Los expulsó de allí y purificó la acrópolis de las profanaciones.

51El día veintitrés del mes segundo del año ciento setenta y uno entraron los judíos en la acrópolis, entre vítores, con ramos de palma, cítaras, platillos y arpas, con himnos y canciones, porque había sido derrotado el mayor enemigo de Israel. 52Simón declaró aquel día fiesta anua. Luego fortificó el monte del templo, del lado de la acrópolis, y habitó allí con los suyos. 53Y cuando vio que su hijo Juan era ya un hombre, lo nombró general en jefe del ejército, con residencia en Guézer.

Explicación.

13,1-9 A la muerte presunta de Jonatán, Simón es el candidato obvio para continuar la lucha; y es elegido por aclamación popular. Mirando en torno contempla un imperio Seléucida dividido y decadente, muy diverso del reino que dirigió Antíoco Epífanes. Hay dos monarcas: un niño en la capital y un fugitivo con su ejército propio; y hay un intrigante ambicioso que pretende eliminar la dinastía. ¿En quién de los tres se puede apoyar Simón? Por simpatía, en el hijo de Alejandro Balas; por prudencia política, en la división de los pretendientes.

En Judá encuentra un cambio espectacular desde la muerte de Matatías: los revoltosos tienen poder religioso, político y militar; el partido se ha acreditado y consolidado. ¿Siguen teniendo una causa para luchar? No es que les falten enemigos fuera del territorio, pero ya no existe la persecución contra la Ley o el templo. Sin embargo, Simón invoca los mismos ideales de antes: "Por la Ley, el templo, el pueblo"; además, invoca un terrible peligro externo para movilizar los ánimos. ¿Por qué? Se ve que todavía seguía viva la división interna de los dos partidos judíos. Los helenófilos contaban todavía con adeptos y simpatizantes, por no mencionar los que tenían pérdidas familiares que vengar. Ellos tenían un programa de pacificación y muchos reproches que dirigir al último de los hermanos; con la desaparición de Jonatán todavía podía volver a su partido el cargo de sumo sacerdote.

En la perspectiva del autor, "Israel, el pueblo" significa el partido independentista.

13,3-4 Simón ha participado activamente en múltiples ocasiones, entrenándose y acreditándose. Es el último hermano vivo: Lázaro (Eleazar) murió aplastado por un elefante (6,43); Judas, en el campo de batalla (9,18); Juan, a traición (9,36.42); a Jonatán lo da por muerto. Es una herencia peligrosa la que pretende.

13,20-24 Trifón, en su intento de atacar a los judíos para establecer contacto con la acrópolis y afirmar su dominio en Jerusalén, se ve obligado a rodear casi completamente el territorio de Judá. Desde la pana marítima comienza su intento de penetración hacia el este y tropieza con la resistencia de Simón; va bajando hacia el sur, con igual resultado. Entonces penetra en Idumea, región no controlada por Simón -Adora se encuentra al sur de Betsur-, desde allí sigue hacia Oriente para subir por el camino cercano al Mar Muerto; esta vez es la nieve el aliado celeste de Simón (como en otros tiempos el aguacero, Jos 10; Jue 5). Entonces pasa el Jordán y sube hasta el lago de Genesaret por oriente. Una enorme vuelta para verse burlado por el enemigo y los elementos. En la esquina noroeste del lago ejecuta su venganza matando al prisionero, y desde allí se dirige hacia Antioquía.

13,25-30 Es un monumento funerario y un trofeo militar, que conmemoraba las victorias en tierra y sobre las plazas marinas. Sería un lugar de visita al principio de la monarquía asmonea, cuando el autor componía su libro. El modelo artístico no parece inspirarse en formas hebreas, sino griegas de la época.

13,31-34 El asesinato del niño Antíoco libera a Simón del juramento de lealtad; el asesino Trifón le ha dado motivos suficientes para pasarse a Demetrio. Retorna la situación precedente, pero ahora Simón está muy fortalecido. Podemos suponer que la embajada no sólo pedía favores, sino que podía ofrecer ventajas importantes sin rebajarse. Demetrio todavía no era muy fuerte como para imponer condiciones; además, ¿no le habían salvado la vida los judíos unos años antes?

13,36 Se da por hecho que Simón ocupa el cargo de sumo sacerdote; la aclamación popular no llegaba a tanto; tuvo que mediar un nombramiento oficial. Como sumo sacerdote, ostenta la representación suprema del pueblo, no lleva el título de rey. Se puede comparar esta carta con las ofertas fantásticas de Demetrio I (cap. 10). Concediendo la amnistía, Demetrio realiza un acto de generosidad y a la vez afirma su poder soberano.

13,41-42 Este es un gran momento para el autor, el comienzo práctico de la independencia nacional. Después de veinticinco años de luchas y negociaciones, la línea de Matatías había sido más estable que la de los monarcas seléucidas. En realidad, Simón seguía siendo vasallo del rey sirio: de él recibió la amnistía y la dispensa o exención de tributos, a él debía fidelidad.

13,42 Año 142.

13,43-48 En el orden militar, el imperio nunca había renunciado a dos fortalezas estratégicas en territorio judío: una era Guézer, ciudad próxima a la costa que controlaba el acceso dde Jafa a Jerusalén, y otra era la acrópolis de Jerusalén, ciudad griega clavada en la capital. En las dos había guarnición extranjera y judíos del partido colaboracionista. Mientras Simón no triunfe del partido rival, su empresa está sin concluir. La conquista de las dos ciudades era una auténtica purificación: expulsión de extranjeros y excomunión o proscripción de apóstatas.

13,46 Es casi como un estribillo de salmo o de liturgia penitencial (Neh 9; Dn 9).

13,48 Sal 101,8.

13,49-50 La conquista de la acrópolis, situada en la "Ciudad de David", es casi como la primera conquista de Jerusalén. Sus moradores eran "el mayor enemigo de Israel", el último vestigio de la persecución de Antíoco. De la purificación del templo a la purificación de la acrópolis discurre un arco glorioso de historia patria; ambos sucesos serán celebrados anualmente.

13,53 Demetrio y Trifón quedaban lejos, ocupados en guerra civil, incapaces de intervenir en Judá. Y Simón, nombrando general a su hijo Juan, introduce el principio de sucesión: ese hijo llegará a rey.

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