Judas pacta con Roma
81Judas había oído hablar de los romanos: que eran muy poderosos, benévolos con sus aliados y que hacen pacto de amistad con cuantos acudían a ellos. 2Le contaron sus hazañas militares en as Galias: cómo las habían conquistado, sometiéndolas a tributo; 3y todo lo que habían hecho en tierras de España para apoderarse de las minas de plata y oro que hay allí, 4cómo habían sabido mantener su dominio en todo el país con paciencia y prudencia, y eso que estaba muy lejos. A los reyes que les habían atacado desde los confines de la tierra los habían derrotado aplastándolos definitivamente; los demás les pagaban un tributo anual. 5Habían derrotado y sometido a Filipo, a Perseo, rey de Macedonia, y a los que se le habían sublevado; 6derrotaron también a Antíoco el Grande, rey de Asia, que salió a atacarles con ciento veinte elefantes, caballería, carros y muchísima infantería; 7lo apresaron vivo, y quedó obligado, él y sus sucesores en el trono, a pagar un fuerte tributo, a entregar rehenes y ceder la India, Media y Lidia, 8las mejores provincias del rey; cuando los romanos las recibieron se las dieron al rey Eumenes. 9También los griegos proyectaron una campaña para aniquilar a los romanos, 10pero al enterarse éstos del proyecto mandaron contra ellos a un solo general: entraron en combate e hicieron muchas bajas a los griegos, se llevaron cautivos a las mujeres y niños, saquearon el país y lo sometieron, derribaron las plazas fuertes y los redujeron a esclavitud perpetua. 11Aniquilaron y esclavizaron los restantes reinos, las islas, a cuantos les opusieron resistencia; en cambio, se mantenían fieles a sus amigos y a los que se ponían bajo su protección. 12Dominaron a reyes vecinos y lejanos. Cuantos oían hablar de ellos los temían. 13Aquellos a quienes quieren ayudar en sus pretensiones al trono, llegan a reyes; a los que quieren cambiar, los destituyen. Están en la cima del poder. 14Y con todo esto ni uno de ellos ha ceñido la corona ni se ha vestido de púrpura para aumentar su autoridad. 15Han formado un Senado, y diariamente deliberan trescientos veinte senadores, buscando siempre el bien público. 16Confían cada año el poder y el gobierno del país a un solo hombre; todos le obedecen, sin envidia ni rivalidades.
17Judas eligió a Eupólemo, hijo de Juan, de Acos, y a Jasón, hijo de Lázaro, y los envió a Roma para firmar un tratado de amistad y mutua defensa, 18con la intención de sacudirse el yugo griego, pues veían que el Imperio griego estaba esclavizando a Israel.
19Partieron para Roma, un viaje larguísimo. Y al entrar en el Senado hablaron así:
20-Judas Macabeo, sus hermanos y el pueblo judío nos han enviado aquí para hacer con vosotros un tratado de paz y mutua defensa, de manera que seamos contados entre vuestros aliados y amigos.
21Los senadores aprobaron la petición.
22Copia de documento que escribieron en tablillas de bronce, y mandaron a Jerusalén para que quedase allí como documento fehaciente del pacto de paz y mutua defensa:
23<<¡Gocen bienestar perpetuo romanos y judíos en tierra y mar! ¡Lejos de ellos la espada enemiga!
24>>Pero si estalla la guerra contra Roma o uno de sus aliados en el Imperio, 25el pueblo judío luchará a su lado con toda el alma, conforme lo exijan las circunstancias, 26a los enemigos no les darán ni suministrarán alimentos, armas, dinero, naves. Es decreto de Roma. Cumplirán estas cláusulas sin compensación alguna.
27>>Igualmente, si estalla una guerra contra el pueblo judío, los romanos lucharán a su lado decididamente, conforme lo exijan las circunstancias, 28y no darán a los enemigos alimentos, armas, dinero ni naves. Es decreto de Roma. Observarán estas cláusulas lealmente>>.
29En estos términos quedaba estipulado el pacto de los romanos con el pueblo judío.
30<<Y si más adelante alguna de las partes quisiera añadir o rescindir algo, se hará de común acuerdo, y lo añadido o rescindido tendrá fuerza de ley.
31>>En cuanto a los daños que les ha causado el rey Demetrio, ya le escribimos en los siguientes términos: "¿Por qué oprimes tiránicamente a nuestros amigos y aliados los judíos? 32Si se nos vuelven a quejar de ti, defenderemos sus derechos atacándote por tierra y mar">>.
Explicación.
8 Habiendo abierto una etapa de paz, el autor la aprovecha para introducir unos pactos a mayor gloria del Macabeo. Entran en escena los romanos: la entrada es alegre e ilusionada, como en un matrimonio juvenil por amor; a la larga se revelará fatal, como un matrimonio por interés y sin amor. El odio que suscitarán más tarde los romanos será uno de los factores que pesarán para excluir el presente libro del canon judío.
La potencia militar romana era indiscutible; ¿lo era también su lealtad? Un examinador cauteloso habría dudado; uno que necesitase ayuda o quiere justificar un pacto prescinde de los datos negativos.
El elogio de los romanos, es cierto, está presentado como informe que Judas recibe; la imagen se fue tomando con informaciones acumuladas. Pero el autor no hace nada por subrayar el carácter de puro informe y hace mucho para mostrar que lo acepta con entusiasmo. Traza un elogio prematuro, sin reservas y sin matices.
A juzgar por la cantidad de datos y la acumulación de verbos, lo que más impresiona a Judas son las victorias militares de los romanos.
Al ser utilizada la fórmula sintáctica, "a pesar de todo", podríamos pensar que lo más impresionante de los romanos era su moderación política en medio del poderío: estaban "en la cima del poder" sin encaramarse a la soberbia.
Por la situación concreta, lo que pesa más en la balanza es la lealtad con los aliados (v. 1.12). Aunque tal lealtad no fuera perpetua, bastaba para las necesidades del momento. Y sobre todo para darse el gusto de oponerla a la perfidia griega.
Judas elegía entre la sumisión total (18) y un protectorado (12). Por victorias militares también los sirios merecían admiración; y, según el partido filohelenista, la sumisión pacífica no turbaba la libertad religiosa. Pero el autor escribe como partidario de los Macabeos.
El tratado se define "de amistad y mutua defensa". En forma y contenido se parece a otros firmados por Roma con príncipes locales: las tablas de bronce, la cláusula de no ayudar al enemigo de la otra parte, la promesa un poco vaga de ayuda militar, la cláusula sobre futuras adiciones o supresiones.
Con este pacto entre Judas en la complicada red de las alianzas romanas, pues se compromete también a ayudar a los "aliados del Imperio". Si el pacto se empezó a negociar después de la victoria sobre Nicanor, significa que Judas se consideraba verdadero jefe y representante de los judíos y no reconocía la autoridad civil de Alcimo y su partido. El pacto se define "con el pueblo judío".
8,2 Propiamente la Galia Cisalpina (200-189).
8,5 A Filipo V, en Cinoscéfalos (197), a Perseo, en Pydna (168).
8,6 A Antíoco III en Magnesia (189).
8,7 No es cierto que lo apresaran vivo, pero sí lo demás. Entre los rehenes se contó el hijo, Antíoco Epífanes.
8,8 India y Media pertenecen a la exageración legendaria. El rey citado es Eumenes II de Pérgamo, aliado fiel de Roma.
8,9-10 La sumisión total y definitiva de Grecia tuvo lugar el 146, a consecuencia de la rebelión de la liga aquea. El autor adelanta acontecimientos para enriquecer su elogio de Roma.
8,14 1 Mac 14,43-39.
8,16 En rigor, el gobierno estaba confiado a dos cónsules. "Sin envidia ni rivalidades" alude malignamente a los Seléucidas.
8,17-19 El viaje tuvo que ser peligroso, pues los legados tenían que eludir la vigilancia siria; es probable que una parte se hiciera por mar.
8,20 "Judas y sus hermanos" son como la partida del senado en oposición al pueblo: senatus populusque romanus.
8,31-32 La frase está redactada en puro estilo hebreo: puede ser un resumen libre del autor. Demetrio había pasado muchos años en Roma, como rehén, y debía comprender el peso de la amenaza. En el capítulo próximo (suponiendo el orden cronológico) no parece que lo tomase muy en serio. A lo mejor Demetrio contaba con senadores romanos que apoyaban su causa, o pensaba que en aquel momento los romanos no querían una confrontación total.
No hay comentarios:
Publicar un comentario