viernes, 9 de julio de 2021

1 MACABEOS. CAPÍTULO II

 Rebelión de Matatías

21Por entonces surgió Matatías, hijo de Juan, de Simeón, sacerdote de la familia de Yoarib aunque oriundo de Jerusalén, se había establecido en Modín. 2Tenía cinco hijos: Juan, apodado el Feliz; 2Simón, apodado el Fanático; 4Judas, apodado Macabeo; 5Lázaro, apodado Avarán, y Jonatán, apodado Apfús.

6Al ver Matatías los sacrilegios que se cometían en Judá y Jerusalén, 7exclamó:

-¡Ay de mí! ¿Por qué nací para ver la ruina de mi pueblo y la ciudad santa? ¡Para estar allí sentado cuando la ciudad pasaba al enemigo y el santuario a manos extrañas! 8Su templo es como un hombre deshonrado; 9su ajuar valioso ha sido llevado como despojos; sus pequeñuelos, asesinados en las plazas; sus jóvenes, muertos por la espada enemiga.

10¿Qué nación

no ha ocupado sus palacios,

no se ha apropiado

de sus despojos?

11Le han arrebatado

su hermosura;

era libre, y ahora es esclava.

12Ahí tenéis; nuestro santuario,

nuestra hermosura

y nuestro orgullo,

está desolado,

lo han profanado

los gentiles.

13¿Para qué seguir viviendo?

14Matatías y sus hijos se rasgaron las vestiduras, se vistieron de sayal e hicieron gran duelo.

15Los funcionarios reales encargados de hacer apostatar por la fuerza llegaron a Modín, para que la gente ofreciese sacrificios, 16y muchos israelitas acudieron a ellos. Matatías se reunió con sus hijos, 17y los funcionarios del rey le dijeron:

-Eres un personaje ilustre, un hombre importante en este pueblo, y estás respaldado por tus hijos y parientes. 18Adelántate el primero, haz lo que mande el rey, como lo han hecho todas las naciones, y los mismos judíos, y los que han quedado en Jerusalén. Tú y tus hijos recibiréis el título de grandes del reino, os premiarán con oro y plata y muchos regalos.

19Pero Matatías respondió en voz alta:

-Aunque todos los súbditos en los dominios del rey obedezcan, apostatando de la religión de sus padres, y aunque prefieran cumplir sus órdenes, 20yo, mis hijos y mis parientes viviremos según la alianza de nuestros padres. 21¡Dios nos libre de abandonar la Ley y nuestras costumbres! 22No obedeceremos las órdenes del rey, desviándonos de nuestra religión a derecha ni a izquierda.

23Nada más decirlo, se adelantó un judío, a la vista de todos, dispuesto a sacrificar sobre el ara de Modín, como lo mandaba el rey.

24Al verlo, Matatías se indignó, tembló de cólera y en un arrebato de ira santa corrió a degollar a aquel hombre sobre el ara. 25Y entonces mismo mató al funcionario real, que obligaba a sacrificar, y derribó el ara. 26Lleno de celo por la Ley, hizo lo que Fineés a Zimrí, hijo de Salu. 27Luego empezó a gritar a voz en cuello por la ciudad:

-El que sienta celo por la Ley y quiera mantener la alianza, ¡que me siga!

28Después se echó al monte con sus hijos, dejando en el pueblo cuanto tenía.

29Por entonces, muchos bajaron al desierto para instalarse allí, porque deseaban vivir según derecho y justicia, 30con sus hijos, mujeres y ganados. Es que las desgracias habían llegado al colmo.

31A los funcionarios reales y a la guarnición de Jerusalén, de la Ciudad de David, les llegó el aviso de que unos individuos, que habían desobedecido el mandato del rey, habían bajado a las cuevas del desierto. 32Corrieron en su persecución muchos soldados. Los alcanzaron, tomaron posiciones frente a ellos y los atacaron un sábado. 33Les conminaron:

-¡Es un ultimátum! Si salís y obedecéis al rey os dejamos con vida.

34Pero ellos respondieron:

-Ni saldremos ni obedeceremos al rey, profanando el sábado.

35Los soldados les dieron el alto enseguida, 36y ellos no replicaron, ni les tiraron una piedra, ni se atrincheraron en las cuevas, 37sino que dijeron:

-¡Muramos todos con la conciencia limpia! El cielo y la tierra nos son testigos de que nos matáis contra todo derecho.

38Así que los atacaron en sábado. Y murieron todos, con sus mujeres, hijos y ganados. Había unas mil personas. 39Cuando lo supieron Matatías y sus hijos hicieron gran duelo por ellos, 40y comentaban:

-Como todos hagamos lo que nuestros hermanos, sin luchar contra los paganos por la vida y nuestra Ley, nos van a eliminar muy pronto del país.

41Aquel mismo día celebraron consejo y acordaron lo siguiente:

<<Al que nos ataque en sábado le responderemos luchando; así no pereceremos todos, como nuestros hermanos en las cuevas>>.

42Entoncees se les añadió el grupo de los Leales, israelitas aguerridos, todos los voluntarios de la Ley; 43se les sumaron también como refuerzos todos los que escapaban de cualquier desgracia. 44Organizaron un ejército y  descargaron su ira contra los pecadores y su cólera contra los apóstatas. Los que se libraron fueron a refugiarse entre los paganos.

45Matatías y sus partidarios organizaron una correría, derribaron las aras, 46circuncidando por la fuerza a los niños no circuncidados que encontraban en territorio israelita 47y persiguiendo a los insolentes. 48La campaña fue un éxito, de manera que rescataron la Ley de manos de los paganos y sus reyes, y mantuvieron a raya al malvado.

49Cuando le llegó la hora de morir, Matatías dijo a sus hijos:

-Hoy triunfan la insolencia y el descaro; son tiempos de subversión y de ira. 50Hijos míos, sed celosos de la Ley y dad la vida por la alianza de nuestros padres. 51Recordad las hazañas que hicieron nuestros padres en su tiempo y conseguiréis gloria sin par y fama perpetua. 52Abrahán demostró su fidelidad en la prueba, y se le apuntó en su haber. 53José, en medio del peligro, cumplió el mandamiento y llegó a ser señor de Egipto. 54Fineés, nuestro padre, por su gran celo recibió la promesa de un sacerdocio eterno. 55Josué llegó a ser juez de Israel por haber cumplido la Ley. 56Caleb, por su testimonio ante la asamblea, recibió una tierra en heredad. 57David, por su misericordia, obtuvo el trono de una monarquía perpetua. 58Elías fue arrebatado al cielo por su gran celo por la Ley. 59Ananías, Azarías y Misael, por su fe, se salvaron de la hoguera. 60Daniel, por su inocencia, se salvó de las fauces de los leones.

61>>Y así, repasando las generaciones, comprenderéis que los que esperan en Dios no desfallecen. 62No temáis las palabras de un pecador, pues su fasto acabará en estiércol y gusanos: 63hoy exaltado y mañana desaparecerá; vuelto al polvo, sus planes fracasarán.

64>>Hijos míos, sed valientes en defender la Ley, que ella será vuestra gloria. 65Mirad, sé que vuestro hermano Simeón es prudente; obedecedle siempre, que él será vuestro padre. 66Y Judas Macabeo, aguerrido desde joven, será vuestro caudillo y dirigirá la guerra contra el extranjero. 67Ganaos a todos los que guardan la Ley y 68vengad a vuestro pueblo; pagad a los paganos su merecido y cumplid cuidadosamente los preceptos de la Ley>>.

69Y después de bendecirlos fue a reunirse con sus antepasados. 70Murió el año ciento cuarenta y seis. Lo enterraron en la sepultura familiar, en Modín, y todo Israel le hizo solemnes funerales.

Explicación.

2 La primera resistencia es la huida al descampado y a la montaña, pera no colaborar (1,38.53), ya expresada en los salmos 11 y 55. La segunda resistencia es la pasiva de los mártires, a los que pertenecen los que mueren en sábado y los que conmemora 2 Mac 6-7. La tercera es la rebelión armada, que comienza en forma de guerrillas y llega a ser un ejército beligerante. entramos de lleno en la tercera etapa.

La chispa saltará en un contexto cúltico y en una familia sacerdotal. Que sean sacerdotes los jefes de la revuelta es punto capital para lo que va a suceder más tarde. Tal actividad se remonta genéricamente a los levitas de Ex 32, cuando el becerro de oro, y concretamente al episodio de Fineés, mencionado y explotado por el narrador.

2,1 La familia aarónica de Joarib, o Yehoyarib, ocupa el primer turno en 1 Cr 24,7. No pertenece a la línea de sumos sacerdotes. Modín se encuentra al noroeste de la capital, cerca de Emaús, Guézer y otros lugares conspicuos del relato.

2,6-14 La primera reacción del caudillo tiene cierto sabor teatral: es decir, el autor hace hablar a su personaje como si interpretase una obra de teatro no como quien recoge un dato histórico. Su dolor se expresa en una elegía bien compuesta, según las reglas del género y llena de imitaciones litúrgicas también tiene sabor litúrgico los ritos de duelo del grupo.

El autor quiere dar un carácter cúltico al comienzo de la rebelión y ligarla a situaciones semejantes de la historia patria. Si en Jerusalén no se puede celebrar una liturgia de luto, una familia sacerdotal suplirá en su aldea. El padre y los cinco hijos están representando provisionalmente al pueblo fiel.

La cosa podía quedar ahí, en un desahogo de la pena, sin pasar a la acción. En el caso presente el duelo crea o consolida una actitud espiritual que muy pronto se traducirá en acciones. En esto se distingue de las Lamentaciones, que son desahogos inertes.

Si la rebelión no va a ser una "guerra santa" según las formalidades antiguas, seguirá al menos su ejemplo, se inspirará en su memoria. No será como las de Crónicas o 2 Mac.

2,7 El comienzo es como Jr 15,10; Job 3,12; Lam 5,20. La imagen de la ciudad como una mujer es tradicional en los profetas; no así el comparar el templo con un varón; en Ez 24 la muerte de la esposa prefigura la profanación del santuario.

2,9 Véase Lam 2,11; Is 13,15-18.

2,10 En vez de "palacios" traducen otros "sus derechos reales", es decir su autonomía, anticipando el verso siguiente.

2,11 Léase el desarrollo de Is 47 contra la capital de Babilonia.

2,12 Ez 24,21.

2,13 Como expresión de supremo desaliento, véanse 1 Re 19,4 (Elías); Jon 4,8. En el contexto presente se reduce a desahogo que no impedirá la acción, pero hará aparecer la acción como brotando de una situación desesperada.

2,15-27 La escena es dramática y está contada con fuerza expresiva. Para la concepción del autor esta escena es capital, porque justifica el futuro ascenso de sus héroes. No basta que sean protagonistas militares para ascender al cargo supremo religioso y civil, tiene que haber una justificación más profunda.

En primer lugar está la descendencia sacerdotal, que da derechos muy limitados.

En segundo lugar esta familia es capaz de representar al pueblo en sus actitudes y decisiones más graves. Su decisión no es puramente personal sino que va a arrastrar a muchos. Los enemigos les reconocen el prestigio y la capacidad de guiar a otros, ellos harán honor a esa capacidad. Es como si, por boca del enemigo, les hablase Dios.

En tercer lugar está el antecedente de Fineés, bien conocido por Nm 25. Era hijo de Eleazar, hijo de Aarón. El paralelismo está bien marcado y no se aduce como simple ilustración. Matatías, como Fineés, cuenta con la garantía de Dios; aunque no se haya pronunciado un oráculo profético.

También queda muy claro el motivo de la resistencia: es estrictamente religioso. Los funcionarios están encargados "de hacer apostatar". Matatías niega obediencia al rey en lo que toca la religión y la Ley. No quedan ambigüedades culturales o políticas.

2,18 El título de grandes del reino solía incluir el acceso a la corte y funciones administrativas diversas. Es un premio para Matatías y a la vez una valiosa alianza para el rey.

2,19-20 En las respuestas del sacerdote resuena la decisión de Josué al renovar la alianza en Siquén (Jos 24,15): "Aunque todos no, yo y mi casa..." Religión y alianza están en riguroso paralelismo de equivalencia.

2,21-22 Véase la actitud de Daniel y sus amigos, especialmente en Dn 3,17-18

2,24-27 La palabra clave de la escena es "celo", o sea el amor exclusivo y apasionado. El Señor es un dios celoso (Ex 20,5; 34,14; Dt 5,9; 6,15): de su puesto único y también de su pueblo (Dt 32,19). Sus fieles han de participar en ese celo por la causa de Dios y por su Ley y su alianza. Además de Fineés (Nm 25,6-15) podríamos recordar al profeta Elías (1 Re 19,10.14).

Ese celo es como la contraseña y el grito de guerra de la rebelión armada. Más tarde derivó e él un grupo político violento, que se llamaron Zelotes o Fanáticos, activos bajo la dominación romana, opuestos al colaboracionismo de los saduceos y a la resistencia pasiva de los fariseos.

2,26 Nm 25.

2,28-41 Lo que había apuntado en 1,38.53 se consuma aquí en mayor escala. En una zona como Judea las guarniciones greco-sirias podían controlar las zonas urbanas, no los vericuetos y guaridas de la montaña; varias veces había burlado David a las tropas de Saúl viviendo en la montaña. Ahora bien, si grupos pequeños, ágiles y decididos, pueden subsistir en los montes, una comunidad regularmente establecida lleva allí una vida precaria y atrae muy pronto la atención y el ataque de las fuerzas enemigas. es lo que sucede en el primer episodio.

El cual plantea un caso de conciencia fundamental. Si el sábado es uno de los valores fundamentales que quieren defender, ¿se dejarán matar para no violar el sábado, o lucharán quebrantando el sábado por defender el sábado? Las dos respuestas se experimentan y prevalece la segunda. Lo cual prueba que no es la materialidad del sábado, sino el derecho a poder observarlo, la libertad religiosa, lo que defienden. La solución de Matatías y su familia es sensata: relativiza el valor de una Ley sacrosanta frente a los derechos de la vida: ¿no defendían un relativismo semejante los del partido colaboracionista? Ni los Macabeos fueron consecuentes ni sus sucesores aprendieron la lección. Así, un día se promulgó el nuevo principio "no se hizo el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre" y "lo que entra por la boca no contamina al hombre" (Mc 2,27 y Mt 15,11); "el hombre señor del Sábado" (Mt 12,8; Mc 2,28; Lc 5,5).

2,29 "Según derecho y justicia": buscando una vida justa por la observancia de los preceptos de la Ley (en la línea de Dt 6,25). La expresión abre la colección profética que solemos llamar Isaías Tercero, Is 56,1; es el programa de Ez 18. Aquí el desierto se opone radicalmente a la polis griega y al ideal de vida ciudadana de los griegos. El paso por el desierto es tradicional en el itinerario de salvación de los israelitas: salida de Egipto, vuelta de Babilonia, Elías, hasta la comunidad cenobítica de Qumrán.

2,31 Aquí vemos a la guarnición de la ciudadela (Acra) con funciones de vigilancia y represión. Es posible que formaran parte de ella algunos judíos renegados: eso explicaría mejor la malicia del ataque en sábado.

2,34 El mero salir de las tiendas está prohibido en Ex 16,29, en circunstancias particulares; se entiende salir para recoger maná. El decálogo habla de trabajar.

2,37 Cielo y tierra son los dos testigos de Dios, son el universo ante el cual se desarrollan las acciones humanas. Con esa invocación han apelado al juicio.

2,40 Hay que luchar por la Ley y por la vida, no sólo por la Ley; es inútil la Ley si no viven los que la cumplen. La solución se aplicó a los casos de defensa, no a la iniciativa del ataque; de lo cual se aprovecharon los enemigos, como, por ejemplo, Pompeyo.

2,42-43 Al grupo inicial de los "celosos" (2,27) se añade un segundo grupo: los Leales o hasidim o asideos. El término puede estar tomado de los salmos (Sal 305; 31,24; 50,5; 52,11; 79,2; 85,9, etc); Sal 50,5 relaciona el título con la alianza. Tal parece ser el sentido del título honorífico: se consideran y proclaman los Leales a la alianza del Señor. Si no tomaron la iniciativa de la revuelta, se sumaron muy pronto a ella. El tercer grupo, no definido, lo forman los que no tienen nada que perder. Así, el ejército surge un poco como las huestes de David (1 Sm 22,2). "Voluntarios" evoca el canto de Débora (Jue 5,2): los voluntarios de la Ley se convierten en voluntarios militares.

2,44 Como sucede en semejantes ocasiones, el primer blanco de sus iras son paisanos colaboracionistas o débiles frente al rey de Siria. Esto agudizó la división en dos bandos de los mismos judíos; la diferencia inicial de opiniones se convirtió en oposición de banderas. Para el autor, el partido rival es enemigo interior, no menos peligroso que el exterior.

2,44-48 Más que la descripción rigurosa de una campaña de depuración, el fragmento parece una anticipación del himno del cap. 3, por sus paralelismos balanceados y por sus afirmaciones generales. Es un elogio de Matatías antes de que muera.

"Pecadores y apóstatas" son los judíos, "los insolentes" son los sirios (1.21.24). "Por la fuerza": podemos imaginar la resistencia de la gente, temerosa del castigo del rey. Esta gente sencilla, que no ha circuncidado a sus hijos por temor, representa la gran mayoría del pueblo que puede simpatizar con los victoriosos, no con los violentos.

2,49-68 Tenemos aquí el género del "testamento" o últimas palabras del héroe, que alcanzará gran popularidad en la época helenística y que puede invocar los antecedentes ilustres de Moisés, Josué, Samuel y David. El testamento comprende consejos y nombramientos. La primera serie de consejos toma la forma de una lista de varones ilustres, de la que es modelo la última parte del Eclesiástico, escrito varios decenios antes que 1 Mac.

Cada miembro de la serie incluye un nombre, un mérito, un premio. El mérito subraya algo que es ejemplar en el momento en que se pronuncia.

Entre los nombres es comprensible la presencia del primer patriarca y el cuarto; Fineés representa la rama de Aarón, a la que pertenece la familia (es curiosa la ausencia de Moisés, implícito en la mención de la Ley); Josué y Caleb representan la conquista de la tierra, ahora amenazada; David es la dinastía que debe retornar, mientras que Elías es la profecía y la fidelidad del Señor; los demás son héroes recientes del libro de Daniel, que se leía cuando el autor escribía.

Los méritos se reducen casi a fe, confianza y fidelidad, y el celo que las anima. Matatías lega un programa de liberación por las armas, que al realizarse seleccionará a los miembros auténticos del pueblo, los cumplidores de la Ley.

2,49 Véase la expresión en Gn 47,29 (Jacob) y 1 Re 2,1 (David). La segunda parte parece imitar a Is 37,2.

2,51 Compárese con Eclo 44,1-2. Véanse para lo que sigue: Gn 22 y 39; Nm 25; Nm 14; 2 Sm 7; 1 Re 18; 2 Re 1; Dn 3.

2,57 El griego eleos corresponde al hebreo hesed, es decir, la lealtad. David puede ser un modelo de "asideo": Sal 86,2; 4,4.

2,62-63 Véase eclo 10,9-11 y Sal 146,4.

2,65-55 En los nombramientos distingue dos cargos: padre y caudillo. El primero parece indicar la función sacerdotal y administrativa (véase Jue 17; Is 9,5), el segundo es militar.

2,70 Para los funerales el autor emplea el nombre noble y tradicional: "Todo Israel". Es claro que no asistieron los colaboracionistas ni los indecisos, siendo Matatías un personaje tan significado. La frase se podría cambiar para extraer de ella su sentido profundo: los que le hicieron funerales eran la totalidad de Israel.

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